¿QUÉ OCURRE SI RESPIRAMOS POR LA BOCA EN LUGAR DE POR LA NARIZ?

Lo creas o no, los recién nacidos no pueden respirar por la boca. Sin embargo, al cruzar el umbral de los 6 meses, descubrimos que, en realidad, existe otra manera de respirar. Aunque respirar por la boca es sencillo, puede ser mucho más perjudicial para nosotros a largo plazo.

 

1. El rostro cambia.

Si respiramos por la boca, con el tiempo empezaremos a notar que nuestro rostro cambia su estructura y crece hacia delante y hacia abajo. Es más notorio en los niños, ya que su cara aún está desarrollándose. Al respirar por la boca, la mandíbula y las mejillas se estrechan. Eso, a su vez, provoca un cambio en la forma de la nariz.

Además, podemos desarrollar un labio superior y unas fosas nasales estrechas, así como una mordida abierta hacia delante.

 

2. Empezamos a encorvarnos.

Si respiramos por la boca, inconscientemente inclinamos la cabeza hacia delante y los hombros se hunden. Como resultado, adoptamos una postura encorvada que se desarrolla como una forma de abrir las vías respiratorias.

 

3. Los dientes sufren.

La respiración bucal afecta negativamente a la alineación de los dientes. Muchos niños que prefieren respirar por la boca desarrollan más tarde dientes torcidos y una mordida incorrecta. La postura del labio en reposo y la posición de la lengua también cambian. El tratamiento de ortodoncia se vuelve complicado, sobre todo cuando se trata de llevar brákets.

 

4. Nos resulta más difícil dormir.

En el cuerpo entra menos oxígeno y más dióxido de carbono. Como resultado, queda afectada la mayoría de los sistemas de nuestro cuerpo. Además, es más probable que empecemos a roncar y a babear, así como a sufrir privación crónica de oxígeno y apnea del sueño. Incluso se recomienda taparse la boca con cinta adhesiva durante la noche para poder respirar por la nariz.

¿Respiras por la nariz o por la boca? ¿Qué otros efectos secundarios de la respiración bucal conoces?

 

Fuente: Genial.gurú